Add parallel Print Page Options

33 La mujer, sabiendo lo que le había pasado, fue y se arrodilló delante de él, y temblando de miedo le dijo toda la verdad.

34 Jesús le dijo:

—Hija, has sido sanada porque confiaste en Dios. Vete tranquila.

35 Jesús no había terminado de hablar cuando llegaron unas personas desde la casa de Jairo, y le dijeron:

—¡Su hija ha muerto! ¿Para qué molestar más al Maestro?

Read full chapter